miércoles, 28 de septiembre de 2016

Un caballero dorado llamado Óscar



Los llamados Premios de la Academia (mejor conocidos como Oscares), son los premios más importantes que se otorgan en el cine, pero ¿cuál es su historia?

Su origen data de 1927, cuando poco después de establecerse la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, se celebró una cena en el centro de Los Ángeles, para discutir las metas de la nueva organización. Una de ellas era idear un método que honrara los logros extraordinarios del Séptimo Arte, fomentando así los niveles de calidad superiores en todas las facetas de la producción cinematográfica.

El diseño de la estatuilla corrió a cargo de Cedric Gibbons (director de arte de MGM), mientras que la escultura quedaría en manos del modelista George Stanley. Así pues, el galardón representa a un caballero sin armadura sujetando una espada, de pie sobre un rollo de película. Los cinco radios del rollo de película, representan las cinco ramas originales de la Academia –actores, directores, productores, técnicos y escritores– y la espada simbolizaba protección para el bienestar y avance de la industria.

La estatua mide 33  ½ centímetros y pesa 3 ½ kilos. Se fabrica con britannium, una aleación de metal formada por cobre, estaño y regulo de antimonio, que luego es bañada con oro de 24 kilates. El diseño no ha cambiado desde el original (aunque durante la Segunda Guerra Mundial las estatuillas tuvieron que hacerse de yeso), salvo por las medidas de la base que han cambiado ligeramente.

Sobre el origen del popular nombre de Óscar hay varias historias, pero una de las más aceptadas, es la que se le atribuye a Margaret Henrrick, bibliotecaria de la Academia (posteriormente directora ejecutiva de la misma), quien en 1931, al ver la estatuilla dijo: “¡Se parece a mi tío Óscar!”. Por su parte, la primera celebridad en llamar Óscar a su premio sería Walt Disney durante la ceremonia de 1932 y la Academia terminaría por adoptarlo hasta 1939.



La primera ceremonia de premios tuvo lugar el 16 de mayo de 1929, en el hotel Roosevelt en Los Ángeles, en honor a los logros cinematográficos obtenidos en los años de 1927 a 1928. Entre los galardonados de la noche se encuentran: “Wings” (mejor película), Emil Jannings (mejor actor por “The Last Command”), Janet Gaynor (mejor actriz por “7th Heaven”), Lewis Milestone  (mejor director de comedia por “Two Arabian Knights”) y Frank Borzage (mejor director de drama por “7th Heaven”).

Sin embargo, aunque estos premios puedan ser de gran relevancia para la industria cinematográfica, existen grandes renombres, alabados por la crítica y el público, que nunca lograron hacerse de una de las estatuillas doradas. Tal es el caso de directores como Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick; y actores y actrices como Cary Grant, Steve McQueen, Charles Chaplin, Natalie Wood y Glenn Close entre otros tantos.



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