Título original: Listen to Me Marlon
Año: 2015
Director: Stevan Riley
Guion: Stevan Riley, Peter
Ettedgui
País: Reino Unido Reino Unido
Género: Documental
Sinopsis:
Con acceso
exclusivo a su extraordinario archivo personal que incluye cientos de horas de
audio grabado en el transcurso de su vida, este es el documental definitivo
sobre Marlon Brando. Trazando su excepcional carrera como actor y su
extraordinaria vida fuera de los escenarios y la pantalla con él mismo como su
guía, la película explora a fondo las complejidades del hombre al contar la
historia de forma única desde la perspectiva de Marlon, enteramente en su
propia voz. No hay cabezas parlantes, ni entrevistados, sólo Brando sobre
Brando y la vida.
“Everybody's got a story to tell, something they're hiding.”
Cuando se cuenta la historia biográfica de un icono, siempre se corre el riesgo de contarla mal, contarla a medias o ser parcial. Se requiere de la voz del mismo protagonista para conocer verdaderamente a la persona detrás del personaje.
“Listen
to me Marlon” o “Conversando con Marlon” como se le conoce en español, es el
documental de Stevan Riley sobre la vida de Marlon Brando, estrenando en el
festival de cine de Sundance de 2015 y nominado al BAFTA en 2016 a Mejor
Documental, que nos permite conocer al icono del séptimo arte desde una
perspectiva bastante intima.
Éste
documental logra recordar un poco al de “Senna” dirigido por Asif Kapadia sobre
Ayrton Senna, en el cual lo único que vemos en pantalla son tomas de archivo
del astro brasileño de Fórmula 1 y en el que, pese a que recurre a entrevistar
a quienes lo conocieron en vida, éstos jamás aparecen a cuadro. De tal modo que
Senna nunca escapa de nuestra vista ni pierde protagonismo.
Pero
la diferencia entre ambos documentales radica precisamente en la narración.
Mientras que en el de Senna, en mayoría, sabemos de él lo que se nos dice, aquí es Brando mismo quien nos cuenta quién es él.
Resultas ser que durante los últimos años de su vida, Marlon Brando grabó varias cintas para sí mismo que utilizaba para sesiones de terapia y autohipnosis. Según explica en esas cintas el mismo Brando, la razón era que había intentado ir a terapia pero simplemente ningún doctor le agradaba o le parecía el adecuado y así resolvió hablar consigo mismo.
Resultas ser que durante los últimos años de su vida, Marlon Brando grabó varias cintas para sí mismo que utilizaba para sesiones de terapia y autohipnosis. Según explica en esas cintas el mismo Brando, la razón era que había intentado ir a terapia pero simplemente ningún doctor le agradaba o le parecía el adecuado y así resolvió hablar consigo mismo.
La
película de hecho toma su nombre en inglés de la frase que el actor se repetía
para sí mismo invariablemente en las grabaciones.
Y
es gracias a dichas cintas, de las que no se tuvo conocimiento sino hasta que
Stevan Riley realizó este documental, que podemos hacer un recuento de gran
parte de la vida del enigmático y conflictivo actor, también considerado uno de
los mejores de su generación.
Así,
encontramos que aunque Marlon tenía un perfil bastante público debido a su fama
y que pese a que proyectaba una imagen de galán un tanto irreverente, en
realidad era un hombre bastante privado, introspectivo y humanista, cuya vida
privada no estuvo exenta de tragedias de las que se alimentaban los medios.
Lo
escuchamos hablar sobre su llegada a Nueva York y su acercamiento a la técnica
del método, que en su época fue toda una innovación y cuyo dominio por él se
reflejó en dos Oscares (uno por “On the
Waterfront” y otro por “The Godfather” el cual rechazo motivado por su activismo
social por el maltrato que se daba a los Nativoamericanos).
Nos habla también sobre su infancia y su sentir sobre haber crecido con una madre alcohólica y un padre que la maltrataba, una situación que le enojaba y dolía y que sirvió como inspiración para uno de sus papeles más icónicos y odiado en carácter: el de Stanley en “Un Tranvía Llamado Deseo”.
Nos habla también sobre su infancia y su sentir sobre haber crecido con una madre alcohólica y un padre que la maltrataba, una situación que le enojaba y dolía y que sirvió como inspiración para uno de sus papeles más icónicos y odiado en carácter: el de Stanley en “Un Tranvía Llamado Deseo”.
Y
nos cuenta también sus malas experiencias en cintas como “Motín a Bordo”, su
enojo con Francis Ford Coppola por no comprender su perspectiva sobre su forma
de abordar a su personaje en “Apocalypse Now” y lo absurdo que le resultaba
haber hecho tanto dinero por su breve aparición en “SuperMan” de Richard
Donner.
Incluso menciona lo decepcionado que se sentía
por haber hecho “Cady” de Christian Marquand. “¿En qué pensabas? ¿no tienes
dignidad?”, se reprochaba, “Es mejor que hablen mal de ti a que no hablen para
nada”, se justificaba.
Sin
duda la película nos provee de frases más que memorables. “Conversando con
Marlon” es todo lo que un amante del cine clásico puede pedir, el acercamiento
definitivo a un ícono del séptimo arte.