jueves, 5 de octubre de 2017

“Listen to me Marlon”


Título original: Listen to Me Marlon
Año: 2015
Director: Stevan Riley
Guion: Stevan Riley, Peter Ettedgui
País: Reino Unido Reino Unido
Género: Documental

Sinopsis: 
Con acceso exclusivo a su extraordinario archivo personal que incluye cientos de horas de audio grabado en el transcurso de su vida, este es el documental definitivo sobre Marlon Brando. Trazando su excepcional carrera como actor y su extraordinaria vida fuera de los escenarios y la pantalla con él mismo como su guía, la película explora a fondo las complejidades del hombre al contar la historia de forma única desde la perspectiva de Marlon, enteramente en su propia voz. No hay cabezas parlantes, ni entrevistados, sólo Brando sobre Brando y la vida.

“Everybody's got a story to tell, something they're hiding.”

Cuando se cuenta la historia biográfica de un icono, siempre se corre el riesgo de contarla mal, contarla a medias o  ser parcial. Se requiere de la voz del mismo protagonista para conocer verdaderamente a la persona detrás del personaje.

“Listen to me Marlon” o “Conversando con Marlon” como se le conoce en español, es el documental de Stevan Riley sobre la vida de Marlon Brando, estrenando en el festival de cine de Sundance de 2015 y nominado al BAFTA en 2016 a Mejor Documental, que nos permite conocer al icono del séptimo arte desde una perspectiva bastante intima.

Éste documental logra recordar un poco al de “Senna” dirigido por Asif Kapadia sobre Ayrton Senna, en el cual lo único que vemos en pantalla son tomas de archivo del astro brasileño de Fórmula 1 y en el que, pese a que recurre a entrevistar a quienes lo conocieron en vida, éstos jamás aparecen a cuadro. De tal modo que Senna nunca escapa de nuestra vista ni pierde protagonismo.

Pero la diferencia entre ambos documentales radica precisamente en la narración. Mientras que en el de Senna, en mayoría, sabemos de él lo que se nos dice, aquí es Brando mismo quien nos cuenta quién es él.

Resultas ser que durante los últimos años de su vida, Marlon Brando grabó varias cintas para sí mismo que utilizaba para sesiones de terapia y autohipnosis. Según explica en esas cintas el mismo Brando, la razón era que había intentado ir a terapia pero simplemente ningún doctor le agradaba o le parecía el adecuado y así resolvió hablar consigo mismo.

La película de hecho toma su nombre en inglés de la frase que el actor se repetía para sí mismo invariablemente en las grabaciones.

Y es gracias a dichas cintas, de las que no se tuvo conocimiento sino hasta que Stevan Riley realizó este documental, que podemos hacer un recuento de gran parte de la vida del enigmático y conflictivo actor, también considerado uno de los mejores de su generación.

Así, encontramos que aunque Marlon tenía un perfil bastante público debido a su fama y que pese a que proyectaba una imagen de galán un tanto irreverente, en realidad era un hombre bastante privado, introspectivo y humanista, cuya vida privada no estuvo exenta de tragedias de las que se alimentaban los medios.

Lo escuchamos hablar sobre su llegada a Nueva York y su acercamiento a la técnica del método, que en su época fue toda una innovación y cuyo dominio por él se reflejó en dos Oscares (uno por  “On the Waterfront” y otro por “The Godfather” el cual rechazo motivado por su activismo social por el maltrato que se daba a los Nativoamericanos).

Nos habla también sobre su infancia y su sentir sobre haber crecido con una madre alcohólica y un padre que la maltrataba, una situación que le enojaba y dolía y que sirvió como inspiración para uno de sus papeles más icónicos y odiado en carácter: el de Stanley en “Un Tranvía Llamado Deseo”.

Y nos cuenta también sus malas experiencias en cintas como “Motín a Bordo”, su enojo con Francis Ford Coppola por no comprender su perspectiva sobre su forma de abordar a su personaje en “Apocalypse Now” y lo absurdo que le resultaba haber hecho tanto dinero por su breve aparición en “SuperMan” de Richard Donner.

Incluso menciona lo decepcionado que se sentía por haber hecho “Cady” de Christian Marquand. “¿En qué pensabas? ¿no tienes dignidad?”, se reprochaba, “Es mejor que hablen mal de ti a que no hablen para nada”, se justificaba.

Sin duda la película nos provee de frases más que memorables. “Conversando con Marlon” es todo lo que un amante del cine clásico puede pedir, el acercamiento definitivo a un ícono del séptimo arte.