Título original: “La La Land”
Año: 2016
Duración: 127 min.
Director: Damien Chazelle
Guión: Damien Chazelle
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Linus Sandgren
Reparto: Emma Stone, Ryan
Gosling, John Legend, Rosemarie DeWitt, J.K. Simmons
Sinopsis:
Mia, una aspirante a actriz que trabaja como camarera, y Sebastian, un
pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran,
pero su gran ambición por llegar a la cima amenaza con separarlos.
“This is the dream! It's
conflict and it's compromise, and it's very, very exciting!”
Si una película ha dado de qué hablar esta
temporada, esa ha sido “La La Land”, que arrasó con los Golden Globes y que promete
convertirse en una de las favoritas de los Oscares (si no es que la favorita
definitiva por toda la nostalgia que evoca y que tanto ama Hoolywood). ¿A qué
se debe tanto ruido en torno a ella?
Resulta que éste musical dirigido por Damien
Chazelle, el también director de “Whiplash”, parece estar hecho con el molde de
los de la vieja escuela, los de la era de Gene Kelly. Recuerda bastante a “Cantando
Bajo la Lluvia” por el claro homenaje a la industria del cinematográfica que
se haya en ambas o “Un Americano en Paris”, con sus números de ensoñación y sus
paisajes coloridos.
Éste es un filme de tono alegre pero realista, que
nos hace olvidarnos de la realidad en ciertas escenas donde todo parece mágico,
pero que no se olvida de ponernos los
pies en la tierra con los miedos de sus
protagonistas que son tan similares a los de cualquier espectador.
La historia gira en torno a lo que significa
perseguir un sueño. Así pues, estación por estación seguimos a Emma Stone y a
Ryan Gosling encarnar genialmente a Mia y Sebastian.
Ella sueña con convertirse en actriz, pero no no se
tiene la suficiente fe como para creer que puede lograrlo. Por su parte, él es
un músico amante del jazz que desea abrir su propio bar y que no duda en darle
su apoyo a Mia, pero que pese a su actitud positiva, también teme por lo que
implica convertir sus sueños en realidad, pues la vida también lo ha golpeado
un par de veces.
Aunque el camino que sigue la trama nos hace creer
que podemos adivinar su desenlace, la realidad plasmada en la historia hace de
las suyas y nos muestra que tanto ésta como la vida misma tiene desenlaces
felices más no perfectos.
La película cuenta con la cantidad necesaria de números
musicales para no cansar a quienes no suelen acercarse mucho a éste género. Algunos
actos (como el inicial) son bastante fuertes, pero conforme la cinta avanza suelen
ser de menor impacto aunque no por ello menos agradables.
“La La Land” es un agasajo a los sentidos, tanto
por el trabajo de fotografía, como por el musical y el emocional. En definitiva
un filme que es indispensable ver y que está dedicado no sólo a quienes gustan de
los musicales, sino también a los cinéfilos (por las variadas referencias a
cintas clásicas como “Rebelde Sin Causa”), a los amantes del jazz y a todo el
que se atreve a soñar.