viernes, 16 de noviembre de 2018

"Bohemian Rhapsody” o no volveremos a dar por sentado a Queen




Título original: “Bohemian Rhapsody”
Año: 2018
País: Reino Unido Reino Unido
Dirección: Bryan Singer
Guion: Anthony McCarten, Peter Morgan
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Actúan: Rami Malek,  Joseph Mazzello,  Ben Hardy,  Gwilym Lee,  Lucy Boynton








Sinopsis: 
Una celebración del grupo Queen, de su música y de su extraordinario cantante Freddie Mercury, que desafió estereotipos e hizo añicos tradiciones para convertirse en uno de los showmans más queridos del mundo.

“You have the time, you have the power, you are yet to have your finest hour…”

Me encontraba en medio de una sala de cine viendo la más reciente película de Damien Chazelle y yo no podía dejar de pensar en Queen. ¿No es eso raro? A casi mitad de la película, en una escena comenzó a sonar una canción y la amiga que me acompañaba volteó a verme y dijo “Pensé que la canción iba a ser una de Queen”. En ese momento entendí lo que pasaba: “Bohemian Rhapsody” se había implantado en nuestra mente.

La película dirigida por Bryan Singer (que se dice fue terminada por Dexter Fletcher), se ha perfilado como una de las cintas que más ha dado de qué hablar este año. Y no podría esperarse menos de una historia que sigue de cerca a Queen, una de las bandas más icónicas de los años 70, que además presume de hacer especial énfasis en retratar la historia de Freddie Mercury, su vocalista, uno de los más grandes showman que han existido.  



El filme sin duda tiene sus bondades. No sólo nos transporta a la intimidad del grupo británico abriéndonos las puertas de algunos de los lugares en los que compusieron sus más populares temas, también nos lleva a algunas de sus mejores presentaciones como la histórica de Live Aid, con una estética que realmente nos hace sentirnos en la época en que ocurrió.

Y qué decir de la caracterización de Rami Malek como Freddie, por momentos casi podríamos jurar que son la misma persona (olvidándonos claro del detalle de la mandíbula más cuadrada del cantante), pues incluso la interpretación y el trabajo vocal que realizó en conjunto con Marc Martel, nos ayuda a crear la ilusión de que el compositor de temas como “Killer Queen” aún está vivo.

Lo mismo ocurre con el resto del elenco: Gwilym Lee como el guitarrista Brian May, Ben Hardy como el baterista Roger Taylor y Joseph Mazzello como el bajista John Deacon, cada uno pareciera ser miembro original de la banda




No obstante, la película está lejos de ser perfecta en la estructura del guion. Cuenta con errores en cuanto a fechas y sucesión de hechos. Por ejemplo, no es verdad Mercury se enteró que padecía Sida poco antes de Live Aid en 1985 (la noticia de esta enfermedad llegó hasta 1987) y tampoco fue él el primero en la banda que lanzó un proyecto como solista (antes Taylor ya había lanzado dos álbumes por propia cuenta). Sin embargo podemos perdonar tales datos en pro de una narrativa mucho más dramática.

Lo que quizás no es tan disculpable es que varios higligths de la vida de Mercury se ven desperdiciados. No me refiero a ver más a detalle la sabida vida privada de la estrella (las irreverentes fiestas, los excesos…), que esos detalles sean sólo insinuados más se agradece, pues la falta de escenas morbosas contribuye a dejar fuera los prejuicios y rendir tributo al ícono.

Pero ¿qué hay de sus últimos días de vida? Cuando admite en televisión a su público que tiene SIDA un día antes de morir y a la filmación del último video filmado por la banda “These are the Days of Our Life” (en el que, a pesar de las cantidades de maquillaje que usó Mercuri era notable su deterioro), mismo que sirvió como forma de despedida a todos: a Freddie de su público y a los músicos de su amigo.




Sin duda falta profundidad y es que más bien el rumbo de la trama nunca termina de definirse: ¿es esta una biopic del vocalista o una historia sobre la banda? Pero sí lo que importa son los miembros y su música por igual ¿Por qué no sabemos más detalles personales sobre May, Deacon y Taylor?

Pero pese a todo, el mayor triunfo de la cinta es haber llevado al público a redescubrir la música de Queen, despertar la curiosidad sobre quiénes eran los integrantes y de qué hablan sus composiciones. Dicho de otro modo, su éxito radica en haber vuelto a poner de moda a una gran banda.

Algo es seguro, difícilmente nos olvidaremos de “Bohemian Rhapsody”, en un futuro cercano.







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